Situación: quieres mudarte. Para buscar tu nueva casa ingresas a Mudafy. Te gustan las fotos de departamento con dos recámaras y balcón en Cuauhtémoc. Te contactamos de Mudafy para coordinar una visita. ¡Genial! Hasta ahí, sencillo. Vas a la visita.
Una vez ahí, te das cuenta de que elegir el lugar donde vas a vivir durante tus próximos años es una decisión importante. Empiezas a dudar. No tienes claro a qué prestar atención. Crees que te estás olvidando de algo. Etcétera.
Queremos ayudarte a ti que eres de los que no sabe por dónde empezar a revisar. Por eso le preguntamos a nuestros especialistas cuáles son las cosas que nadie debería dejar pasar a la hora de evaluar una propiedad. Con esa información, escribimos este post en formato checklist para que tengas a la mano en tu próxima visita.
1- Agua: presión y temperatura
¿Quién no tuvo que hacer magia alguna vez para bañarse bajo una regadera sin presión de agua? ¿Cuánta agua potable desperdiciamos por lavar los platos con un calentador que tarda minutos en llegar a a temperatura ideal?
Definitivamente, probar cómo funcionan las llaves de agua de los baños, la cocina y la ducha es obligatorio si queremos evitar este tipo de problemas. No tengas vergüenza de asegurarte primero que esté funcionando el sistema de calentamiento del agua y después que lo haga en un tiempo razonable. Arreglar problemas de agua puede costarte mucho tiempo y dinero más tarde.
2- El sol siempre está
Un clásico de las visitas a propiedades es hablar de orientaciones: sur, este, oeste, norte. Esto significa hacia qué lugar “ocupa” el balcón, la fachada o las habitaciones y, por lo tanto, cómo les pega el sol durante el día.
Es cierto que este es un buen indicio para saber, por ejemplo, que las orientaciones al este reciben más sol por la mañana, las oeste por la tarde y las norte son más luminosas que las sur. O también cómo varía en cada estación del año. Pero lo recomendable siempre es visitar la propiedad un día por la mañana y otro por la tarde para ver cuánta luz natural tiene realmente, ya que pueden influir otros factores como los edificios construidos -o en construcción- alrededor y la altura del piso en el caso de los departamentos.
Este punto es importante no solo por una cuestión estética, sino sobre todo porque te hará ahorrar o no en los recibos de luz.
3- Knock, knock, ¿hay algo ahí?
Analizar la calidad de la construcción que estamos visitando es difícil para ojos inexpertos como los de la mayoría de nosotros. Por eso nuestros especialistas sugieren un par de tips que nos van a dar al menos un indicio.
El primero: golpea las paredes. No hace falta que sea con fuerza, sino lo suficiente como para que hagan un sonido. Si es hueco, puede que el material no sea de lo más consistente.
Otro detalle que suele indicar la calidad de la obra es la instalación de agua. Revisa que la tubería se mantenga firme al tocarla y observa de qué material están hechas (¡que no parezcan muy frágiles!).
4- Distribución de habitaciones
¿Te gustaría que alguien escuche todas las conversaciones que tienes con tu pareja? Imaginamos que no. Tampoco creemos que quieras mudarte para escuchar las conversaciones de otros, o su música fuerte un domingo por la mañana, o sus gritos de gol un segundo antes de que te lleguen a tu televisor. Y nos referimos tanto al vecino que vive en la casa de al lado, como a quien vaya a dormir en otra habitación de tu misma propiedad.
Por eso es muy importante analizar la ubicación de cada habitación en relación con los otros espacios internos y con los del vecino: ¿las habitaciones están una al lado de la otra? ¿hay un aislante entre ellas que limite un poco el sonido? ¿las paredes que las separan son macizas? ¿cuál es la habitación del vecino que está pegado al dormitorio? ¿Y al área social?
5- Frío, frío, caliente...
Si bien los sistemas de calefacción y refrigeración se pueden agregar o cambiar a tu gusto, siempre es bueno considerar si hay alguno ya instalado para ahorrarse un gasto que puede llegar a ser bastante alto.
Hoy existen varias alternativas tanto para el frío como para el calor que ya vienen instaladas en la construcción original o que las incluye un propietario anterior. Algunas posibilidades:
- Aire acondicionado centralizado: la ventaja de que venga con la propiedad es el ahorro de una instalación y un aparato caros; la desventaja es que muchas veces no se puede sectorizar y si la propiedad es grande puede generar un costo mensual alto el hecho de calentarla o enfriarla entera cada vez.
- Aires acondicionados split: es una de las instalaciones más habituales y los aparatos en sí pueden entrar en la negociación de la compra o el alquiler. Una ventaja es que permite orientar mejor el aire a una sola habitación y suelen ser más silenciosos. Una en contra: los aparatos en general se compran por separado, no son económicos y demandan un mantenimiento más frecuente que los centralizados.
- Losa radiante: este es un método de calefacción muy utilizado en edificios. La clave para que este método sea agradable es poder regular la temperatura individualmente, ya que en algunos casos se maneja de manera centralizada para todo el edificio y la experiencia puede ser muy incómoda.
6- Cada cosa en su lugar
Imagina una maleta con toda la ropa de los que van a vivir en la nueva propiedad, otra caja con la vajilla que tengan, otra con los documentos importantes, otra con los productos de alacena… Ahora observa los lugares disponibles para guardar todo eso. ¿Alcanzan?
Si te parece que sí, estamos en una situación ideal (¿seguro que calculaste bien, no?). Si tienes dudas o crees que te alcanzaría con lo justo, puedes pensarlo como una oportunidad para hacer una buena limpieza de lo que ya no usas. Pero si la respuesta es un no rotundo, nuestra sugerencia es: recalcula. Puedes evaluar también la posibilidad de reutilizar algunos recovecos o lugares desaprovechados de la propiedad como espacios de guardado, pero ojo que así es como empiezan a subir los gastos ;).
7- Ojos a la obra
Cuando observes por la ventana de la propiedad o des una vuelta a la manzana, presta atención a las obras en construcción y los terrenos próximos a edificarse. Estos pueden influir en tu decisión de dos maneras: por el impacto en la luminosidad de la propiedad y por los ruidos del trabajo de obra.
Para analizar lo primero es importante averiguar lo necesario para saber si el nuevo edificio le va a quitar luz natural a la casa, sobre todo cuando se trata de obras grandes. Más allá del aspecto visual -que también puede verse afectado- los edificios linderos pueden convertir un ambiente súper luminoso en algo muy parecido a una cueva.
En cuanto a la segunda variable, es cierto que los ruidos de una obra no son determinantes a largo plazo. Sin embargo, es importante considerar que puedes llegar a convivir con maquinaria pesada los sábados por la mañana durante varios meses.
8- ¿Qué pasa en la colonia?
Aprovecha cuando estés llegando o te estés yendo de la visita para observar detalles de la zona. Lo ideal es recorrerla en distintos momentos: en horas pico, en fines de semana y por la noche.
Algunas de las cosas que te sugerimos considerar: tránsito, iluminación, lugar para estacionar, mercados, farmacias, almacenes, zonas verdes, estaciones de bicicleta, paradas de colectivos, estaciones de metro, estado general de las calles y, por qué no, qué tan lejos estás de tus amigos, de tu familia y de tus lugares favoritos de la ciudad.
9- Habla con los que más saben
Por más detallistas que seamos al revisarla propiedad y sus alrededores, no hay nada ni nadie que nos pueda dar mejor información que los propios vecinos.
Anímate a tocar timbre. Si somos amables, la mayoría accederá a responder un par de preguntas básicas sobre la zona y la convivencia entre ellos. ¿La propiedad es un departamento? ¿Hay un encargado en el edificio? Hablar con él es una excelente idea para descubrir información que no vas a encontrar en ningún otro lugar.
¿Y tú, eres detallista en las visitas? ¿Se te ocurre algo importante que no hayamos nombrado? ¡A encontrar tu próxima casa!