Rentar o comprar casa: ¿qué me conviene más?

Antes de pensar en comprar o rentar una propiedad, se deben tomar en cuenta factores tan diversos como la capacidad financiera, acceso a créditos, así como entender las necesidades que buscas cubrir con tu nuevo hogar. Te ayudamos a tomar la mejor decisión.

No es una decisión sencilla pero, si lo haces bien, puedes tener beneficios a corto, mediano y largo plazo. Nos referimos, por supuesto, a escoger el lugar donde vas a vivir.

Hay muchas razones por las que una persona busca un nuevo hogar: te independizaste de la casa paterna; llegas a una nueva ciudad; se amplió la familia; la ubicación de tu empleo o la escuela de tus hijos queda lejos de su hogar... Conocer la razón te ayudará a entender mejor tus necesidades reales: tamaño, ubicación, configuración de la casa o departamento...

Ahora, es momento de hablar de números. Tu presupuesto es el primer límite al que te deberás apegar. Comprar una casa requiere de una inversión muy fuerte, mientras que para rentar un inmueble, aunque sigue siendo un desembolso significativo, nunca será tan alto como al momento de comprar.

En tercer lugar, deberás definir la ubicación: tu hogar es el centro de operaciones en torno al cual gira tu vida y la de tu familia, por lo que el lugar en el que se ubica es fundamental. Partiendo de tu presupuesto, podrás saber en qué colonias y alcaldías o municipios puedes vivir. Vale la pena investigar: muchas veces, nuestra primera opción son las colonias más famosas pero que también son muy caras, y olvidamos que alrededor de estas zonas hay otras colonias más accesibles y que muchas veces no tienen los problemas de las colonias más concurridas.

Teniendo esas tres variables definidas, es momento de que conozcas las diferencias entre comprar y rentar inmueble:

Rentar

Si tu presupuesto es limitado, si quieres conocer cómo es la vida en un sitio determinado o si necesitas vivienda temporal (entre uno y dos años), el arrendamiento puede ser una excelente opción para ti. Rentar una casa o departamento te da cierta libertad, debido a que firmas un contrato por un tiempo relativamente corto, casi siempre por un año, aunque en algunos casos se permiten de 3 o 6 meses también.

Si algo en esa casa no fue de tu completo agrado, tienes la posibilidad de mudarte una vez terminado ese contrato, y probar algo distinto. El costo de la renta puede aumentar cada año conforme a la inflación, aunque dependerá del acuerdo al que llegues con el propietario a la firma del contrato.

Como dijimos antes, es la opción más económica de ambas, porque los gastos iniciales son mejores, sin embargo, no los pases por alto para evitar sorpresas. Usualmente, el propietario pedirá un mes de depósito (aunque pueden incluso 3 meses por adelantado), comprobantes de ingresos, más el pago de la renta del primer mes. En algunos casos te pedirán contar con un aval con inmueble propio, pagar fianzas o seguros legales. También debes tener en cuenta el costo por la mudanza y, si vives en un condominio, el pago mensual por mantenimiento.

Incluso puede ser una buena opción antes de comprar: ya sea para ahorrar dinero para enganches, o porque quieres conocer la colonia antes de tomar una decisión de mayor relevancia, rentar te dará esa tranquilidad de poder cambiar tus planes cuando lo requieras.

Comprar

La compra de un inmueble suele ser una de las decisiones más importantes en la vida de una persona. Por ello, tener todas las herramientas a la mano para tomar la mejor decisión es fundamental. Comprar un inmueble es, sin duda, una decisión que traerá muchos beneficios, ya sea para vivienda o como inversión.

Empecemos por la plusvalía: por tratarse de un bien tangible, se espera que aumente su valor anualmente. Muchos factores entran en juego para que esto se cumpla: la ubicación, el mantenimiento que se le dé a la propiedad, la zona en la que se encuentra y su crecimiento al paso del tiempo. La plusvalía de tu inmueble podría alcanzar hasta 50% en tan solo algunos años.

Otro de los beneficios es que la propiedad ya es tuya y, aunque suena obvio, eso es positivo: tú decides qué hacer con ella, y te da la tranquilidad de tener tu inversión en un bien que se sigue apreciando y que, en época de emergencia, puede hacer una diferencia significativa a tu favor. En cuanto a las modificaciones y los cambios que decidas hacerle, piénsalos de manera estratégica, para que en verdad aumente su valor con el tiempo.

Los gastos a la hora de comprar un inmueble son altos, por lo que esta decisión está pensada para quienes desarrollaron un plan financiero, ahorraron, tienen buena estabilidad económica o disponen de recursos por la venta de otros bienes. Sabemos que suena complicado si no estás en estos escenarios, pero no te dejes engañar: con las preventas y otras formas de inversión en inmuebles, ahora es más fácil adquirir tu hogar ideal: sólo necesitas un poco de planeación.

También puedes apoyarte en una de las herramientas que, en los últimos años, más han ayudado a los mexicanos que buscan adquirir su casa: un crédito hipotecario. Cada vez más personas tienen acceso a los créditos y, sin duda, es una forma de fortalecerte para alcanzar tus metas.

Además del costo del inmueble, toma en cuenta los gastos notariales y los impuestos a pagar por la compra de tu casa, así como cualquier gasto relacionado con los servicios básicos (gas, luz, agua, internet) y posibles arreglos o remodelaciones. Y la mudanza, claro: ese mal necesario para empezar nuestra nueva vida.

Si decides comprar una propiedad...

¡Felicidades! Es un paso muy importante en tu vida, y nuestro mayor deseo es que disfrutes todo el proceso. En este espacio te compartiremos toda la información que debes conocer al momento de comprar tu hogar ideal, para que tomes una decisión informada que te haga completamente feliz. ¡Sigue leyendo!

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